No venderé mi alma al mejor postor.
Ni mis miserias al mayor impostor.
Mi alma y mi vida las regalo
a todo aquel que con agrado
las desée recibir.
Mi mejor don es escribir,
y soy consciente de no ser el mejor.
Pero a pesar de todo, y aún así,
no tengo miedo peor
qué otro se quede para sí
todos estos pensamientos,
tan llenos de tormento.
Quizás, mi mejor don.

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s