Es tan triste este silencio.
Esta ausencia de tus besos al despertar.
Se me ha ido la alegría con tu recuerdo.
Lamento el pasado por pasado,
porqué no vuelve…
Te extraño…
Como a la infancia que tanto me dolió
y a la que tanto desearía volver.
Extraño tus caricias
que abrasaban mi poros.
Mi epidermis esta fría, helada…
La ausencia de tu calor la ha marchitado…
Afloran en ella las arrugas del dolor,
de la vejez del desconsuelo…
Triste…
Todo mi ser se inhunda de tristeza
al recordar lo que no fue,
lo que pudo haber sido…
Lamento el no olvidarte,
el no lograr no quererte.
Lamento mis miserias no por tristes,
no por dolorosas,
no por mías…
Lamento mis miserias
por no poder compartirlas contigo.
Lo único que tengo en esta vida,
lo único que te habría ofrecido…
Llorar…
Y de que sirve ahora llorar si ya te has ido?
Si te fuiste de mi lado
dejándome profundamente herido…
Si te hubiera dicho entonces
todo lo que hoy quisiera,
tal vez igualmente te habrías ido,
pero habrías comprendido
todo el dolor que me has dejado
aun antes de haberlo sentido.