Quisiera dormir mil veces
y no despertar ninguna,
estar siempre con los peces
bajo la luz de la luna,
al fondo de las aguas mansas
encadenado a una piedra,
resistiéndome a las ansias
de intentar romper las cadenas;
para poder olvidarme de ti
después de lograr mi fin,
aunque sea anulando mi mente,
aunque sea después de mi muerte.