Yo no quiero ser pobre…
Pero quiero ser vagabundo.
Y dar vueltas por el mundo
ganando mi propio cobre.
Gane mucho o gane poco,
no me tomen por loco.
Sólo quiero libertad,
aunque parezca mendicidad.
No me gusta vivir de una pensión,
aunque sé que me hace falta.
Pero tampoco es la solución
pues la inactividad me mata.
No dejo de dar vueltas al coco
y me rallo por casi todo.
Y aún hay gente que ve mal
como pretendía trabajar:
vendiendo poemas en la calle
a cambio de la voluntad.
No quiero que nadie me ralle
pues no obligo a comprar,
pero me han puesto malas caras
y me han echado de donde estaba,
haciendome sentir humillado
por vivir de mi propio trabajo.
No soy el mejor poeta
pero el arte es muy subjetivo,
y a esa gente que no respeta
no vale la pena ponerle adjetivos.
Sólo quiero cumplir mis metas
y que los míos sean testigos
de todas las cosas buenas
que algún día habré conseguido.