Entre la luz y la oscuridad
me quedo con las tinieblas.
En ellas da igual ir a ciegas.
En ellas no hace falta la paz.
Entre vivir y morir elijo el letargo,
Sufrir la mayor pena…
Saborear lo amargo,
cumplir la condena…
Elijo tinieblas donde vivir
antes que luz donde morir.
Elijo el exilio meditabundo
donde pueda ser el vagabundo
que no deba dar explicaciones.
Que pueda perder todas las razones…
Elijo ser el loco amante de lo incompleto
antes de buscar glorias o talentos.
Elijo la duda. El respeto. El silencio…

La locura ha hecho mella en mí,
más me aferro a mi existir.
He cometido errores,
demasiados excesos…
Las rejas de este preso
no están hechas de barrotes.
La cárcel de este demente
no son cuatro paredes blancas.
Es la tortura de su mente
de la que jamás escapa.
Alguien un día curó mis alas rotas
en un tiempo ya lejano.
Ahora, pesan tanto mis botas…
Siempre me crecen los enanos,
más me niego a la desesperanza
Aunque cueste una eternidad,
mantengo la esperanza.
Algún día hallaré la paz.
Algún día volveré a volar.

Para mí la poesía
no es cosa de arte.
Es una forma de sobrellevar la vida.
Ese tan continuo desgaste…
Rimar me parece sencillo
si tengo algo que decir.
Empecé siendo chiquillo
y quise que fuera mi manera de vivir.
Pero hace falta ser muy bueno,
no basta con ponerle empeño,
no es suficiente con desearlo,
tambien hace falta lucharlo.
Yo no se si mis versos valen la pena,
sólo sé que son mi manera
de desahogar ciertas inquietudes.
Una forma de escapar del ataud…
Sólo una forma de ver la luz
para este pobre sin virtudes.
Yo no sé si gustan mis poemas
y la verdad no es que me importe.
No los hago para abrir piernas,
ni para quitarme de pobre.
Los hago por pura necesidad.
Por gritarle al mundo mis dolores,
mis miedos, mis sinsabores…
Sólo espero que a nadie causen mal.
Casi todos están cargados de verdad,
alguna metáfora escondida,
alguna ironía mal dicha,
pero para mí, son pura necesidad.

El silencio.
La bruma espesa de la locura.
Los acordes disonantes de una partitura.
La falta de remedio.
El consuelo de los tontos.
La felicidad de los locos.
A quién susurra el viento?
Acaso a mí?
Hace ya tanto tiempo
que no me olvido de ti…
Este existir sin consuelo
con tantas ansias de desapego
penetra en mi cabeza
descomponiendola en un millón de piezas.
Dónde están los que eran para siempre?
Dónde ha ido toda esa gente?
No la veo.
Si acaso es cierto lo que creo
me han abandonado a mi suerte.
Si, los de siempre…
Y mientras me cobijo detrás de una sonrisa.
Aguardando el momento…
Caminando sin prisa…
Casi sin aliento.

Oh locura!
Hágase en mi tu voluntad!
En esta noche oscura
no tengas de mí piedad!
Llévame al más oscuro abismo!
A conocer todos los cataclismos!
Hazme merecedor de tu condena!
Yo no sentiré mas pena.
Oh locura!
Convierte esta dulce tortura
en un pozo de seísmos!
No me permitas volver a ser yo mismo!
Haz que rompa las cadenas!
Haz que cumpla tu condena…!