Sin título.

Mi eterno bebé.
La vida me obliga a decirte adiós
Pero te juro,
Que te guardo con orgullo
Dentro de mi corazón.
Te aseguro
Que cuando las arrugas pueblen mi frente,
Esté con quien esté,
Tú seguirás en mi mente.
Esa niñita dulce y alegre
Que tantas veces me hizo sonreír.
Aquella por la que tan solo quiero morir.
Nunca pienses jamás en mí.
No importa si lo llevo bien o no,
Dale a otro tu corazón,
Esa joya hermosa
Que no puede permanecer sola.
Se feliz, por dios te lo ruego
Y te juro que así, desde luego
Mi vida será más llevadera.
Lleva una sonrisa por bandera,
Que digan de ti lo que quieran.
Eres una diosa.
Y como tal, debes ser orgullosa.
Sin mi estarás mejor.
Tan solo te di problemas,
Te di lágrimas y rencor.
Vive la vida entera
Llena de gloria y amor…
Te quiero, te extraño,
te quiero…

¡Loco!

Y si perdiendo la compostura grito y estoy loco?

y si no aguanto ya callar a todas horas?

empiezo a recordar que todo me sabe a poco

que tu eres también de algún modo una loca

deliciosa, sí. Pero desesperante.

que mas te da a ti si te quiero?

si juntos pasamos los mejores instantes?

que importa si mañana caigo o muero.

Ya he vivido bastante.

Y si tu rezumas alegría y yo llanto,

que mas da si doy yo el salto

y vuelo como un halcón

lo mas lejos posible

de tu también dañado corazón.

Sí, te quiero, te odio, te deseo.

muestra de ello es que perdí la razón

en el mar de tus ojos y en tus cabellos de fuego.

Y ahora mis cenizas quedan esparcidas

por los rincones de esta ciudad,

vendiendo nuestras poesías

buscando un poco de dignidad.

No soporto.

No soporto a los ingratos de corazón,

ni a quienes miran por encima del hombro de la tristeza.

no soporto que en las cárceles hayan rejas;

la sociedad de por sí ya es una celda.

no soporto a quienes siempre tienen razón,

ni a los injustos que no pagan sus deudas,

no me gustan los consejos de quien no conoce mi alma,

por mucho que deseen regalarme calma

no aguanto que siempre haya que subir otro escalón

para llegar al fin a tu mirada,

y una vez arriba, encontrar de nuevo la nada.

Mejor quedarse tirado, anhelando a esa amada

que, en su día me dio mis alas.

 

Sí, soy pobre.

Si, soy pobre.

No tengo ni quiero sirvientes,

me basta con un buen plato caliente,

con una cama vacía

y alguien con quien gozar en compañía.

Mi mayor tesoro es mi perro,

las mil fotos con tus recuerdos

y la añoranza de tus besos,

un buen café y el cigarro de después,

y con eso soy feliz.

no ncesito ni metales, ni papeles,

ni plasticos para poder sonreir.

No necesito de una cuenta bancaria

que se interese por mí.

a veces, un folio en blanco,

un lápiz y un rato de soledad,

se convierten en lo exacto

para mi paz y tranquilidad.

Yo no temo al futuro, ni al pasado.

Es el presente, injusto e ingrato

el que siempre me ha desamparado.

Sin embargo siempre encuentro un rato

en que levanto mi copa vacía

y brindo por ese día,

en que sólo quieras ser mía.

Todavía te siento.

Tal vez tú los hayas olvidado

pero yo, aún guardo en mi mente

los inicios de nuestro pasado.

Yo, un cobarde convertido en valiente.

Tú, una guerrera con alma de princesa.

Muchas cosas han cambiado…

Muchos puentes hemos ya cruzado.

Pero aún estás siempre en mi cabeza.

Y en mi pecho llevo tu nombre tatuado.

A fuego defiendo tus besos,

tus caricias, incluso los llantos…

esos que, por gloria, nos han aferrado.

No te cambio. Ni por oro, ni por grandeza.

quiero seguir siendo tu esclavo

y rezarle a Dios que aún te merezca

y que nunca aparte de mi tus labios.

aún deseo el todo contigo,

aún sin ti todo vale nada.

Agradezco al destino aquel día

en que por fin unió nuestros caminos.

y confío en que algún día

nunca dejen de ser el mismo.